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martes, 23 de agosto de 2011

Negreros del Siglo XXI


En España el fenómeno de la inmigración ha sido la consecuencia del ‘efecto llamada’ ante la falta de mano de obra en la construcción, en el sector servicios y el servicio domestico.
A través del aeropuerto de Madrid Barajas llegaron millones de personas con visado de turista procedentes de Latinoamerica. A estas personas solo se les exigía dinero para la estancia y un billete de ida y vuelta. Hoy sabemos que las compañías aéreas hicieron el agosto a costa de los intereses de los españoles, ya que sobradamente sabían que estas personas no regresarían a sus países de origen. Esta inmigración recuerda mucho a la de los años 50 en la capital de España y en los 60 en Barcelona, cuando las parejas casadas eran “contratadas“ por las capas más pudientes de la sociedad de entonces para tareas domésticas.
Retornando al presente, cabe preguntar: ¿Quién es el negrero y quién es el esclavista que transporta a estas personas? La respuesta es bastante sencilla: las compañías aéreas que, al ver unos beneficios sobre la mesa, hicieron la vista gorda. La mayoría de estas compañías aéreas cuentan con políticos en activo en sus consejos de administración dirigiendo los motores de estas ‘naves pateras’. Esos políticos pertenecen sobre todo al PSOE y PP en Madrid y al PSC, PPC y CiU en Cataluña. Les pregunto a ellos: ¿por qué no notificaron a las autoridades las llegadas masivas de ilegales que no tenían ninguna intención de regresar a su punto de salida.
El fenómeno de las pateras no ha sido el único que ha permitido la invasión de nuestro país por parte de hordas extranjeras. Muchos llegaron  cómodamente en avión, en clase turista, engañando a las autoridades aduaneras en complicidad con las empresas transportistas. Una vez en España, esa chusma contó con el respaldo de los sindicatos y con la cobertura laboral de empresarios sin escrúpulos. El buenismo y el progresismo contribuyeron a que este fenómeno arraigara en España. Una vez más, la izquierda española unió sus fuerzas con el capitalismo sin alma en beneficio propios: unos para obtener votos y otros para conseguir mano de obra esclava. El principio de que la izquierda y la derecha liberales se retroalimentan a espaldas de la comunidad nacional se cumplió una vez más a rajatabla. Y así desde los tiempos de la república de Weimar.
Perpetrado el irreparable daño a España, a sus hijos autóctonos, solo cabe esperar que las empresas aéreas indemnicen al pueblo español por haber provocado el actual descalabro social y la presente ruina económica. Sin pan y trabajo para los de casa nunca habrá paz social ni justicia democrática.
*Candidato a la Alcaldía de Vilanova i la Geltrú por la Plataforma per Catalunya (PxC).